Phronesis 16
junio, 2014 Familia, Pareja
y sexualidad
Muchas
veces las personas se sienten tan cómodas con alguien que dicen todo lo que se
les viene a la cabeza sin medir las consecuencias. Y es que por mucha confianza que exista se debe tener cuidado a la hora de abrir la boca, podes
llegar a herir gratuitamente a quien amas.
Según Judy Ford, psicoterapeuta y
autora de Every Day Love, “hablar con amabilidad es una habilidad que las
parejas tienen que aprender. Todos se sienten maltratados por la vida y el
mundo exterior. No debes sentirte de esa manera en tu casa “.
Por ello, aquí te dejamos con algunas
frases que deberías evitar en el matrimonio o relación de pareja.
1. “Eres como tu madre (padre, hermano, etc.)”
Julie Orlov, psicoterapeuta,
conferencista y autora de The Pathway to Love (El Camino al amor) señala que
“es desagradable y menospreciante, poner en evidencia los peores rasgos de la
familia”. Si estás a punto de decir una barbaridad acerca de sus parientes,
detente y piénsalo bien.
Según Ford, debes evitar el insulto y realizar una petición razonable, por ejemplo si él suele dejar los platos sucios (como su padre o hermano), dile “Amor, cuando hayas terminado tu sándwich, ¿puedes lavar tu plato?”. De esta forma, puedes cumplir tu objetivo sin hacerle daño.
Según Ford, debes evitar el insulto y realizar una petición razonable, por ejemplo si él suele dejar los platos sucios (como su padre o hermano), dile “Amor, cuando hayas terminado tu sándwich, ¿puedes lavar tu plato?”. De esta forma, puedes cumplir tu objetivo sin hacerle daño.
2. “¿Cuando vas a encontrar un nuevo trabajo?”
Lo primero
que debes hacer, sugieren los expertos, es averiguar por qué crees que tu
pareja necesita un nuevo trabajo. Si es por la cantidad de tiempo que pasa
fuera del hogar, o porque crees que merece algo mejor, o porque su sueldo es
insuficiente. “Antes de decir algo que podría ser perjudicial para el otro,
debes pensar en tus propios problemas”, dice Ford.
Y es que podrías terminar atacando su capacidad para soportar o financiar a la familia. Por ejemplo, “Una parte de cómo un hombre se evalúa a sí mismo es por lo bien que puede hacerse cargo de su familia”, dice Ford, y en este sentido recriminarle su trabajo es una forma de hacerlo. Una buena forma de evitar esto es tener conversaciones regularmente en torno al empleo, las ambiciones profesionales de ambos y también las preocupaciones presupuestarias de cada uno.
“Es una oportunidad para hablar sobre su estilo de vida y cómo quieren vivir”, explica la experta.
Y es que podrías terminar atacando su capacidad para soportar o financiar a la familia. Por ejemplo, “Una parte de cómo un hombre se evalúa a sí mismo es por lo bien que puede hacerse cargo de su familia”, dice Ford, y en este sentido recriminarle su trabajo es una forma de hacerlo. Una buena forma de evitar esto es tener conversaciones regularmente en torno al empleo, las ambiciones profesionales de ambos y también las preocupaciones presupuestarias de cada uno.
“Es una oportunidad para hablar sobre su estilo de vida y cómo quieren vivir”, explica la experta.
3. “Mi mamá me advirtió que me ibas a hacer esto”
Orlov señala que nunca debes permitir
que las opiniones de otras personas influyan o dicten pautas en tu relación, y
si tu madre tenía aprensiones en torno a tu pareja no es bueno gritárselo en la
cara. Lo mejor, es centrarse en lo que te hace enojar y no recurrir a
argumentos baratos como “mi mamá me lo dijo”, pues no ayuda a solucionar el
problema.
4. “Déjalo ahí,
mejor lo hago yo”
De acuerdo a Ford esto es perjudicial
para la relación porque es degradar el desempeño del otro y hacerle ver que sus
esfuerzos están por debajo de los tuyos. Si esta situación es recurrente, es
posible que tu pareja piense que no puede hacer nada bien.
Lo mejor, según la especialista, es que si la persona está realizando una tarea y crees que lo está haciendo mal, evaluar si realmente es que lo hace de manera diferente a la que tú sueles hacerlo o en definitiva está equivocado.
Lo mejor, según la especialista, es que si la persona está realizando una tarea y crees que lo está haciendo mal, evaluar si realmente es que lo hace de manera diferente a la que tú sueles hacerlo o en definitiva está equivocado.
5. “Tu siempre … ” o “Tu nunca …”
Ford recomienda jamás decir estas
frases, “porque se establece instantáneamente un tono negativo, que pone fin a
la comunicación y pone a la otra persona a la defensiva.” Estas afirmaciones
suelen hacer que el otro se sienta atacado y reaccione ofuscado. Siempre apunta
al problema en particular y evita generalizar.
Si es un problema recurrente, explícale cómo te hacen sentir sus acciones y pregúntale si está dispuesto a cambiar esa actitud. Según la autora, la mayoría de los hombres y mujeres están dispuestos a cambiar prácticamente cualquier cosa si te hace feliz y se lo pides con amor.
Si es un problema recurrente, explícale cómo te hacen sentir sus acciones y pregúntale si está dispuesto a cambiar esa actitud. Según la autora, la mayoría de los hombres y mujeres están dispuestos a cambiar prácticamente cualquier cosa si te hace feliz y se lo pides con amor.
6. “¿Realmente piensas que esos pantalones te favorecen?”
Si bien
puede que estés tratando de ser una persona sincera, este comentario puede
interpretarse como un insulto y menoscabo a su autoestima. Si quieres mostrar preocupación por su apariencia lo mejor es destacar
lo bueno primero. Por ejemplo: “Tus ojos son hermosos y el color de esa camisa
les quita protagonismo y no los deja que se puedan apreciar en su totalidad”.
7. “Mmmm, ¿vas a salir con ellos otra vez?”
Además, no por estar casados o vivir juntos, significa que no puedan tener actividades por separado. Es importante que cada uno tenga su espacio.
Por otro lado, si su amigo es una persona despreciable, es probable que tu pareja se dé cuenta por si sola de la situación.
Fuente: unosantafe
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