Mena Calvert
/ 2017-09-05
En general ponemos nuestra atención en este plano,
en el que podemos tocar y ver; ponemos la atención en nuestros
problemas, en lo que a nos preocupa, en lo qué hay que hacer para
sobrevivir, en qué comer, en tener ropa que nos guste, lujos que no
necesitamos pero nos agobiamos como si así fuera. Vivimos enfocados
día y noche en lo mismo sin darnos cuenta, como si ésta fuese
nuestra única realidad, o bien, la más importante, cuando ni
siquiera nos imaginamos quiénes somos, de dónde venimos, qué es lo
que podemos lograr si abrimos nuestra atención a nuevas creencias
ilimitadas para vivir profundas experiencias y
sensaciones.
Dedicamos más tiempo a tratar de hacer las
cosas bien, a vivir de la forma "más segura y controlada",
teniendo un seguro, un trabajo estable, nuestra familia, el último
celular, la última moda, teniendo más información, estando al día,
como si algo malo nos fuera a pasar si no es así.
Tristemente, esto se vuelve costumbre: la moda,
cómo me visto, qué veo, con quién me junto, que saque una buena
foto, que destaque en lo que haga y me sienta reconocido.
Ponemos más nuestra atención en cómo queremos
que nos vea la gente o bien en lo que está mal para criticarlo o
criticarnos, en vez de lo que sentimos y queremos en el fondo.
Pareciera que el que se queja más es el que va
a ganar un premio y hacer lo que los demás hacen nos fuese llevar a
algo mejor, cuando es lo contrario.
Desgraciadamente, hay más gente enfocada en
esta parte de miedos, de lo material, de lo que se debe y tiene que
hacer en vez de lo que el alma nos grita, que muere por hacer, aunque
vayamos en contra de estas creencias y paradigmas con los que hemos
vivido prácticamente toda nuestra vida y con los que viven la
mayoría.
El problema con seguir poniendo nuestra atención
y energía sólo en esta rutina de la vida donde parece que lo que
vemos es lo único que hay y no hay más, es que nos estamos
perdiendo de lo más preciado que podemos experimentar en este
cuerpo.
El problema con seguir viendo lo negativo,
juzgándome o criticando al mundo entero es que mi vibración empieza
a bajar cada vez más y más y mi atención sigue estando en lo más
mundano o en eso que no me gusta, en la enfermedad, en el vacío, en
el sinsentido.
Afortunadamente, existen infinitas formas de
vivir nuestra vida. Afortunadamente, tenemos libre albedrío para
vivirla y experimentarla como queramos.
El problema es que muchas veces no somos
conscientes de que estamos viviendo una vida que en realidad no
queremos, y muchas veces no sabemos ni cómo cambiarla. Sólo sabemos
que algo no checa, que algo no se siente bien.
Tristemente, sentimos eso y seguimos con los
viejos patrones de forma de ser, de pensar y de actuar en la vida y,
por ende, los resultados siguen siendo los mismos; a esto se le llama
locura.
Si nosotros queremos sentirnos distintos, más
llenos y completos, con más alegría y confianza, ver más la
belleza de la vida y de nuestras vidas, tenemos que hacer algo
distinto, pensar distinto, hablar distinto, movernos distinto, ser
diferentes a como hemos sido hasta ahora y, curiosamente, más reales
y honestos con lo que siempre hemos sido verdaderamente, que tenemos
tan profundamente reprimido que hay que hacer algo para desbloquearlo
y que vuelva a salir.
De niños, estar conectados con nuestra
espontaneidad, con lo que somos y queremos, se da de una forma mucho
más natural, ya que todavía no estamos tan condicionados para ser
alguien más, simplemente somos.
¿Qué pasaría si nos empezamos a quitar
miedos, poner más nuestra atención en todo lo que estamos
agradecidos, en todo lo positivo que vemos y decimos, en vez de dejar
que nuestra atención siga estando en eso que nos pone de malas o en
lo que nos baja la vibración?, ¿y si mejor nos concentramos en lo
que nos pone de buenas y nos la sube?
¿Cómo cambiaría mi vida si empiezo a cambiar
mis hábitos y creencias, mis pensamientos y las palabras que salen
de mi boca por algo más positivo?
¿Qué pasaría si nos damos tiempo para
contemplar la belleza que todavía existe en la naturaleza, en las
nubes, para ver la maravilla de las hojas y la corteza de un árbol,
para ver la vida desde los ojos del de enfrente, para realmente
saborear un sabor, sentir la suavidad de la piel, valorar el poder
bañarnos y sentir cada gota de agua, poder abrazar a alguien
sintiendo, amar sintiendo, hablar sintiendo, empezar a sentir más
que pensar?
¿Que pasaría si aprovechamos nuestra vida para
cambiar ciertos hábitos y en vez de que sea una rutina empezara a
ser una delicia cada acto porque se hace con conciencia, con gozo,
con alegría, porque uno lo genera, no lo hace porque tiene que
hacerlo sino porque quiere y lo hace sentir la vida, no desconectarse
de la vida?
¿Qué pasaría si empiezas a cacharte cuando
estás pensando en algo negativo y enfocas tu atención en qué de
eso puede ser positivo?
¿Qué pasaría si, en vez de criticarte, te
tratas con mucho cariño y dulzura y así también tratas a los de tu
alrededor?
¿Qué pasa si aceptas que la vida sea un
misterio y nada va a pasar como te imaginas, y puedes tomarlo para
crecimiento como gratitud o como algo más que está en tu
contra?
No nos damos cuenta, pero cuando uno ya está en una
rutina de ver lo negativo es muy fácil seguir viendo eso que está
mal, pero no es imposible cambiar esta forma de ver la vida y, sobre
todo, de vivir la vida.
He hablado mucho en mis artículos de esto una y
otra vez porque considero que todos merecemos tener una vida mejor. Y
sé que no es en lo externo, ni en lo material que uno lo va a
conseguir, aunque eso ayude.
Es en el cambio que podamos hacer internamente.
Es en darnos cuenta primero dónde ponemos nuestra atención y tener
la voluntad de hacer un cambio, un cambio radical interno. De elegir
estar bien. Elegir qué sale de nuestra boca, qué comemos, qué
hacemos. No actuar inconscientemente sino traer a la conciencia,
antes de seguir moviéndonos desde la rutina.
Despertar esa conciencia divina, sabia, que
siempre ha estado y confiar más en ella. Pero para escucharla hay
que darle espacio, hay que elegir escucharla. Hay que estar en el
presente, ya que en el presente podemos poner un alto antes de hablar
y pensar si eso realmente es algo que va a servir y ayudar.
Podemos parar ahora y decidir cambiar nuestro
destino, nuestro futuro, o bien podemos seguir en lo mismo sin darnos
cuenta cuál es el verdadero sentido de estar vivos.
Todos tenemos el potencial de hacer estos y
otros cambios aún más profundos, todos tenemos el derecho a tener
una vida mucho mejor. Habrá cosas que no podremos cambiar por fuera,
pero también hay muchas cosas más que sí podemos cambiar dentro de
nosotros.
Hay millones de cosas en las que podemos poner
nuestra atención que no están en una computadora o un celular y que
nos pueden conectar mucho más con eso que estamos buscando y no
sabemos qué es.
La tecnología puede ayudarnos en muchos
aspectos, pero también puede desconectarnos en muchos otros.
No se necesita que todos vivan esta realidad
para nosotros vivirla, con que uno solo la viva ya influencia
positivamente la realidad de los otros, tan sólo con estar más
presente, más consciente.
Esto puede ser el comienzo de una nueva aventura
para, ahora sí, pasar al siguiente paso y ver eso que somos, y a qué
venimos.
Te invito a que comiences a cambiar tu vida. Te
invito a estar más en tu presente, te invito a sentir, a pensar
antes de hablar, a cacharte cuando tu pensamiento este amargándote y
cambiarlo a esa emoción que te ilumine la cara. Te invito a que
hagas eso que amas y cuando llegue el momento de tu muerte, voltées
atrás y digas: "Así es como quería vivir mi vida, valió la
pena y estoy listo para algo nuevo".
¡Bendito y hermosísimo seas y eres! ¡La clave
para cambiar tu vida hoy mismo eres tú! Cambia, quita o limpia los
lentes que usas para ver la vida.
NAMASTE.
Meditación Vipassana. Una técnica meditativa
que te puede cambiar la vida.
por
Alberto
Hace un par de años que descubrí la meditación. El
mindfulness (aún no tenía ni idea de lo que era la meditación
Vipassana. Estaba viviendo en Bristol (Reino Unido) y por esa época
no estaba pasando muy buenos momentos. Había acabado con una
relación y no podía gestionar mis emociones. Me sentía deprimido,
todo era oscuridad.No entendía que me estaba pasando y para colmo el
cielo inglés tampoco me aportaba mucha luz.
Recuerdo que era Domingo, estaba paseando por Eastville Park( un
enorme parque) junto a mi amigo Vinay( procedente de India), al
cual le contaba todas mis historias. En un momento dado, nos
encontramos junto a un riachuelo. Había un banco. Nos sentamos y
Vinay me enseño por mi primera vez cómo focalizar mi
atención en la respiración. Cómo apagar el piloto
automático de mi descontrolada mente. Tan solo diez minutos.
En
ese momento sentí paz, tranquilidad, sosiego.
A partir de ese momento empecé a investigar más sobre este
asunto.Al principio era bastante escéptico. ¿Esto
realmente puede tener beneficios a largo plazo?. Comencé
a leer muchos libros de neuropsicología, a descubrir muchos
científicos que habían estado investigando la repercusión de la
meditación en nuestro cerebro. Empecé a interesarme por la
psicología budista. Y comencé a encontrar
muchísimas respuestas. Todas ellas muy positivas.
Descubrí que la meditación era la herramienta más
poderosa que teníamos para ejercitar nuestra mente. Para
mejorar nuestra atención, nuestra concentración. Que así había
sido durante siglos en Asia y que así sigue siendo. Un gimnasio
mental. Algo de lo que Occidente tenemos poca idea.
Me llene de conocimiento teórico. De pruebas fehacientes.
Pero he de decirte que la teoría sin la práctica no
sirve para nada. Estuve un periodo de tiempo practicando
de manera intermitente .Hasta que en Mayo de 2016 decidí que era
un hábito que necesitaba en mi dia a día. Comencé a
meditar de manera regular todos los días, cada vez que me levantaba.
Dedicaba entre quince y treinta minutos a sentarme, a ejercitar ese
cerebro. Prácticaba ejercicios de mindfulness basados en la
Vipassana. Ejercicios que había descubierto gracias a la lectura de
meditadores occidentales.Respiración, escáner corporal. Pero aún
tenía muchas dudas acerca del trasfondo que la práctica de la
Vipassana tenía. Su verdadero significado.
Aún así, encontré muchos beneficios.
Me encontraba con más claridad. Los
“problemas” eran mucho más relativos. Los
contratiempos eran más fácil de llevar. Me estaba
convirtiendo en un persona mucho más optimista.
Por otro lado decidí cambiar de vida, sacar un pasaje sin billete de
vuelta y comenzar a vivir a mi manera.( No digo que esto fuera
consecuencia de
instaurar este hábito, pero fue una decisión a
conciencia, en la que tuve que lidiar con muchos miedos que tenía).
Así que, antés de partir, una de las cosas que
tenía en esa lista de cosas que quería hacer, era
realizar un retiro de meditación dónde profundizar muchísimo más
con este hábito. Dónde descubrir el verdadero significado de este
tipo de meditación.
Y así lo hice. Me registre en uno de los cursos de
10
días de Meditación Vipassana en uno de los centros en
Nueva Zelanda y viví esa gran experiencia.
¿ Que es la meditación Vipassana? Un poco de información al
respecto
“Vipassana ” en Palí (idioma de la antigua india) significa
ver “
las cosas cómo realmente son”. Significa
Observación. Esta técnica de meditación fue
descubierta y enseñada por Sidharta Gautama (más conocido cómo
Gotama Buddha) 500 años A.C en India.
Esta técnica tiene todo un trasfondo en las enseñanzas budistas
pero cómo bien se deja claro en los cursos es una técnica universal
que no tiene ninguna frontera. Algo en lo que se hace hincapié
durante todo el curso que es una técnica universal.
Es
válida para todo el mundo. Para practicantes de cualquier religión,
para seguidores de cualquier filosofía, dogma, estilo de vida.
No tiene fronteras. Y así es. Esa fue mi experiencia.
¿ Cual es el principal objetivo de la meditación Vipassan?
La respuesta te puede sonar ambiciosa, pero así es.
Erradicar el sufrimiento a través de la autoobservación
del cuerpo y de la mente.
Esta es la definición que los centros Vipassana ofrecen:
“Es un proceso de auto-purificación mediante la
auto-observación. Se comienza observando la respiración natural
para concentrar la mente y luego, con la conciencia agudizada, se
procede a observar la naturaleza cambiante del cuerpo y de la mente y
se experimentan las verdades universales de la impermanencia, el
sufrimiento y la ausencia de ego. Este es el proceso de purificación:
el conocimiento de la verdad a través de la experiencia directa.
Todo el camino (Dhamma) es un remedio universal para problemas
universales y no tiene nada que ver con ninguna religión organizada
ni con una secta. Por esta razón, todo el mundo puede practicarla
libremente en cualquier momento y lugar, sin que se produzcan
conflictos por motivos de raza, comunidad o religión a la que se
pertenezca; es igualmente beneficiosa para todos y cada uno de los
que la practican”.
Y algo muy importante que también se recalca en todo momento
durante estos diez días.
Solo se pueden experienciar
los beneficios de esta técnica a través de la propia práctica.
Practicar, practicar y practicar es la clave.
“ La constancia en la práctica es la clave del
éxito”, era la frase que tenía todos los días en el
tablón del comedor.
La constancia en la práctica es la
clave del éxito - Compartir es vivir
Esta técnica y tradición meditativa ha sido enseñada en los
últimos dos siglos por diferentes maestros.El último de ellos fue
S.N.
Goenka. Goenka fue un magnate indio que tras
descubrir esta técnica de la mano de su maestro
Sayagyi
U Ba Khin, aparto su vida de los negocios y dedicó todo
su tiempo a la enseñanza de la Vipassana.
Goenka murió
en 2013, pero si te decides a vivir esta experiencia,
escucharás sus instrucciones en audio en diferentes
meditaciones. También lo verás en vídeo en los
diferentes discursos que dio cuando enseñaba Vipassana .Era un
hombre entrañable y con un gran sentido del humor. Disfrutarás
escuchando sus discursos, te lo aseguro. Además,
tendrás
tu profesor asistente con el que podrás consultar en
cualquier momento tus dudas acerca de la técnica.
Habitaciones individuales
Curso de 10 días para aprender meditación Vipassana.
Reglamentación. Horarios.
¿Que cosas debo de tener en cuenta antes de
registrarme en un curso de Meditación Vipassana? ¿ Que horario voy
a seguir?
Reglamentación
Conforme llegas, tienes que aceptar
un código de
disciplina que se basa en lo siguiente:
1. Aceptar los siguientes 5 preceptos.
Abstenerse de matar a cualquier
ser vivo (Cualquiera. Aclaración: Los mosquitos son seres vivos :=)
Abstenerse de robar;
Abstenerse de toda actividad
sexual;
Abstenerse de mentir;
- Abstenerse de todo tipo de intoxicantes
2. Noble silencio. Desde el día 0 a las 20:00
hasta el día 10 a las 9:45 debes mantener absoluto silencio. Solo se
podra hablar en las entrevistas con el profesor sobre dudas que
tengas acerca de la técnica.
3. Suspender durante todo el curso todo tipo de oración,
culto o ceremonia religiosa: ayunos, quemar inciensos,
rosarios, recitación de mantras, cánticos, danzas, otras terapias
meditativas.
4. Segregación por sexos. Hombres y mujeres
conviven en estancias separadas. Solo comparten espacio en el salón
principal dónde se realizan las meditaciones en grupo. Se advierte
que se intente evitar cualquier contacto visual.
5. Evitar cualquier tipo de contacto físico.
6. No se permite el consumo de ninguna droga o
intoxicante( alcohol, tabaco).
7. Se suspende todo el contacto con el exterior.
Cuando llegas al centro y te registran, debes dejar cualquier tipo de
dispositivo electrónico. Móvil, ordenador, cámara de fotos,
Kindle, etc
8. Se suspende así mismo la lectura, la escritura y la
música. No esta permitido tocar ningún instrumento. Yo
tuve que abandonar mi ukelele por 10 días
.
9. La ropa debe ser cómoda y sencilla. No se
permite la desnudez parcial
10. La comida es vegetariana. En el centro en el
que yo estuve en Nueva Zelanda la comida era increíble. Estaba todo
buenísimo. No hay una verdadera cena. La cena son dos piezas de
fruta y un té. Pero no te preocupes que no pasarás hambre. ( En
caso de alergias, intolerancias a alimentos, existe la posibilidad de
hacerte una “dieta especial”. Al menos así fue en mi centro.)
11. Entrevistas con el profesor. Todas las
preguntas hacia el profesor deben ser en relación a la propia
práctica. Cómo te he comentado, es la base de este curso.
“Experiencialo por tí mismo”. Por lo tanto no
se permiten preguntas a nivel intelectual o filosófico. Solo dudas
concernientes a la propia práctica.
Más información acerca del
Código de disciplina aquí.
La meditación Vipassana
es un ejercicio de
auto-observación increíble. Así que se intenta
eliminar cualquier estímulo que pueda distraer tu mente..
Horario
Aquí tienes el horario que seguí durante 10 días.
Te advierto que no es lo mismo leerlo que vivirlo.
4:00 a.m.
|
|
Llamada
|
4:30-6:30 a.m.
|
|
Meditación en la sala o en la habitación
|
6:30-8:00 a.m.
|
|
Desayuno y descanso
|
8:00-9:00 a.m.
|
|
Meditación en grupo en la sala
|
9:00-11:00 a.m.
|
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Meditación en la sala o en la habitación según las
instrucciones del profesor
|
11:00-12:00 a.m.
|
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Comida
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12 a.m.-1:00 p.m.
|
|
Descanso y entrevistas con el profesor
|
1:00-2:30 p.m.
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|
Meditación en la sala o en la habitación
|
2:30-3:30 p.m.
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Meditación en grupo en la sala
|
3:30-5:00 p.m.
|
|
Meditación en la sala o en la habitación según las
instrucciones del profesor
|
5:00-6:00 p.m.
|
|
Merienda y descanso
|
6:00-7:00 p.m.
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Meditación en grupo en la sala
|
7:00-8:15 p.m.
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Charla del maestro en la sala
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8:15-9:00 p.m.
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Meditación en grupo en la sala
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9:00-9:30 p.m.
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Preguntas en la Sala
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9:30 p.m.
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Acostarse. Se apagan las luces
|
Algo que me sorprendió fue que estaba todo organizado
perfectamente. Los horarios se cumplían a con total puntualidad. El
silencio era protagonista, intercalando siempre con el canto de
pájaros y chicharras. Todo estaba muy limpio y se tenía un gran
respeto por parte de los servidores (voluntarios que ayudan para que
estos cursos se realicen) para no distraer a los estudiantes.
Ahora
te voy a contar un poco más en profundidad las meditaciones que vas
a practicar durante estos diez días.
Lo que vas a practicar en esos 10 días de Meditación Vipassana.
¿Cómo son esos diez días? ¿En que consiste
específicamente la meditación Vipassana?
El curso tiene tres principales fases.
Sila (
Moralidad).Durante los primeros tres días, aprendes
“Anapana“, la técnica que consiste en observar
la respiración. Se focaliza toda la atención en la zona
de las fosas nasales y en el labio superior, observando la
respiración de forma natural. Cómo el aire entra y cómo el aire
sale. Inhalación y exhalación .En el segundo día se
empiezan a observar las sensaciones en el triángulo de la cara
alrededor de la nariz. El objetivo es entrenar nuestra atención y
percepción en una parte muy pequeña de nuestro cuerpo a través de
un objeto que siempre esta allí. Tu respiración. Es la parte
preparatoria antes de aprender Vipassana. Nos ayudará a afinar
nuestra percepción para la p
Samadhi( Concentración).
El cuarto día se enseña Vipassana. Observación
del cuerpo. Se da una meditación guiada en la que se enseña cómo
realizar un escaner corporal del cuerpo,
focalizando totalmente tu atención en todas las sensaciones
que vas encontrando en tu cuerpo, desde la parte
superior de tu cabeza hasta la punta de los dedos de los pies. Se
hace hincapié en mantener la ecuanimidad
ante las sensaciones placenteras (cosquilleo,flow) y las sensaciones
no placenteras(dolor, temblores). La Vipassana se convierte en la
protagonista.
- Panna (Sabíduria, conocimiento). El
décimo día se enseña “Metta”. Metta en palí
significa amor. Esta meditación en español podría
ser traducida cómo meditación de la compasión, del amor
incondicional. Esta meditación se realiza después de la
Vipassana unos cuantos minutos y se focaliza en generar amor,
paz,armonía en primer lugar hacia nosotros mismos y posteriormente
hacia los demás. (Si no te sientes bien contigo mismo,
¿cómo puedes estar bien con los demás?).
Esto se hace al mismo tiempo que vamos sintiendo las sensaciones
del cuerpo. Es un ejercicio muy poderoso. Y te lo digo porque lo he
experienciado. Me levantaba y
me sigo levantando con una
sonrisa después de terminar.
A las 9:45 del día 10, se acaba el noble silencio
y empiezas a conocer a todas esas personas con las que has estado
conviviendo durante diez días y de las que no sabes absolutamente
nada. Es una sensación un tanto extraña.
El
día 11 después del desayuno , se recoge, se
limpia y se abandona el centro.
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¿ Cómo ha sido mis 10 días de Meditación Vipassana? Mi
experiencia.
Ahora te voy a con mi experiencia con algo más de detalle.
Cómo
fue vivir cómo un monje durante 10 días.
Llegué al centro alrededor de las 16:00 de la tarde. Se
encontraba al norte de Auckland. Se encontraba en medio de uno de
estos bosques. Un lugar muy apacible
Hice el registro, deje todos mis dispositivos,ordenador, móvil,
Kindle, ukelele,etc.
Nos dieron la cena alrededor de las seis de la tarde. En este
tiempo pude aprovechar para conocer algunos de los chicos que también
iban a realizar el curso.
Eramos en total unas veinte
personas. De diferentes edades, de distintos estratos sociales,
diferentes vidas.
A las 20:00 comenzaba el silencio y la primera meditación
grupal .Comenzaban diez días de introspección. Diez días
de una gran operación mental.
El primer día fue bastante bien. Aunque al final
del día
la espalda ya me empezaba a molestar( de
estar sentado). Soy muy poco flexible (soy amorfo, tengo los
isquiotibiales cortos) y la espalda tendía a moverse hacia atrás.
Esto hacía que me desconcentrará muy fácilmente. En este aspecto,
si tienes cualquier problema que no te permite sentarte
correctamente, no te preocupes. Son muy flexibles. Si necesitas una
silla o un respaldo, lo tendrás . Lo importante es que puedas
concentrarte en las sensaciones del cuerpo.
Así que el segundo día ya
tenía una pila de cojines
para estar más alto y además con el permiso del
profesor me adecuaron un respaldo para la espalda.
Habían
tres meditaciones grupales que se realizaban en el
salón principal. Las demás horas podías meditar o en el
salón o en tu propia instancia ( Las habitaciones eran muy sencillas
y disponían de lo básico para dormir).En mi caso siempre optaba por
el salón. Me era más sencillo concentrarme. Además te sientes
condicionado en cierta parte por toda esa gente que esta alrededor
tuyo, en silencio, luchando con su mente.
Las comidas era uno de los mejores momentos del
día. Tenías todo el tiempo del mundo para disfrutar de la comida. Y
el menú era fantástico. Una oportunidad perfecta para disfrutar de
la comida propiamente. Pasaba alrededor de treinta minutos masticando
lentamente, investigando cada sabor en el paladar. Comiendo
conscientemente.
Los
periodos de descanso los podías
aprovechar para dar
un paseo alrededor del centro.
Había un pequeño camino dónde te podías adentrar y observar
la variedad de especies que ofrece el bosque neozelandes. Encontre
increíbles
Korus.
A las 17:00 tenías la merienda que cómo te comenté,
consistía en dos piezas de fruta y té. Piezas de fruta que
cortaba en mil pedazos. Aunque te parezca sorprendente( a mi me lo
pareció) al final del día no tienes hambre. Piensa que el gasto
calórico es mínimo. Estas todo el día sentado. Y te lo dice uno
que “es de buen comer”.
La última meditación acababa a las 9:00.
Antés de irme
a la cama daba un pequeño paseo. El lugar estaba bastante
aislado y habían muy pocas luces, asi que cuando no estaba nublado
(mayoría de las noches), el cielo era increíble
. Podías
ver la Vía Láctea en todo su esplendor.
Los días mas duros generalmente son el segundo
(aún te quedan ocho días y ya has experimentado la intensidad de
diez horas meditando al día)
y el sexto.
En
mi caso el dia séptimo me resulto complicado. Creía que no daba
para más. Mi mente se revelaba a cada momento. No podía
concentrarme. Lo solucione a base de determinación y a base
de respirar.
El décimo día se acababa el silencio.Recuerdo
salir del salón principal con una gran sonrisa. Hacía un sol
radiante.
Sentía que quería chillar.Empecé a
conocer a todos aquellos con los que había estado conviviendo. Cada
uno con su historia personal.
Gente muy diversa, que
me aporto muchísimo en muy poco tiempo . Fueron momentos
emocionantes. Gaste toda la saliva que había acumulado durante esos
diez días.
Aunque te parezca sorprendente,
poca gente abandono.
En mi curso que fueron tres personas. Un hombre y dos mujeres. Al
final el ser humano se adapta a todo.
Analizando el funcionamiento de mi mente. Cosas interesantes que
experimenté durante esas 100 horas de meditación Vipassana.
Ahora te voy a comentar ciertos cosas que experimente en
estos diez días los cuales me parecen bastante interesantes.
Nuestra mente es una jungla ( y la mía no se escapa).
¿ No te ha ocurrido en tu vida diaria, que en
ciertos momentos, parece que despiertas? Ha pasado un tiempo
determinado y tu mente ha estado inmersa en multitud de pensamientos.
Pensamientos de los cuales no has sido consciente.
Pues eso me ocurrió unas cuantas veces. En ciertos momentos
de la meditación me daba cuenta que no estaba prestando atención a
las sensaciones.
De repente mi mente vagaba sin parar.
Vagaba entre.
Futuro. Empezaba
a planificar mi futuro sin ser consciente de ello. ¿Que podía
hacer después? Se me aparecía miles de viajes por delante.
Intentaba eliminar la incertidumbre que vendría después de esos 10
días. Cuanta preocupación nos causa lo incierto.
Pasado. Me
aparecían todo tipo de situaciones pasadas. Rumiaba y rumiaba
momentos que ya había ocurrido.
Personas.
Aparecían todo tipo de personas por mi cabeza. Amigos, familiares,
relaciones pasadas.
- Imaginaciones. Recuerdo que había una chica
morena la cual había llamado mucho mi atención ( y eso que
debíamos evitar el contacto). Por sus rasgos faciales pensé que
era española. De repente me encontraba imaginándome que la conocía
y que tenía una conversación muy interesante con ella. Y vuelta la
atención al cuerpo. Al mío, eh. Increíble.( Por cierto,
para los más chismosos. El último día la conocí. Sentía que
debía hablarle. Así que el último día, en el desayuno, mientras
ella se hacía una tostada, aproveche para presentarme. Tuvimos una
pequeña charla. Era francesa, pero hablaba español. Era una
chica bastante interesante y al finalizar del curso cogía un avión
para algún país del sudeste asiático).
En conclusión, observé que a través de la meditación y con la
práctica continuada, mi atención y mi concentración iban
mejorando. Empece a estar más presente.
Domar a esa mente salvaje es un trabajo que
requiere mucho esfuerzo. Que requiere sentarse. Respirar.
Y desarrollar esa observación mediante la atención.
Momento a momento.
¿Que me ocasiona y me habia ocasionado sufrimiento?
Comprender en cierta manera el sufrimiento que me habian
ocasionado mis diferentes formas de pensamiento.
El objetivo de esta meditación es observar la realidad tal y cómo
es. No cómo tu mente quiere que sea.
En esos momentos
fui consciente de muchos problemas
que me había ocasionado mi falta de ecuanimidad en la vida.
Una
falta de realidad que me
había
afectado en mis
relaciones personales,
en la relación con mi familia, con mis amigos. En mi relación
con el trabajo. En mi relación con este propio blog.
He tenido muchos problemas pero la
mayoría nunca me han pasado Mark Twain - Compartir es vivir
La ciencia dice que podemos cambiar nuestra forma de
pensar a través de nuestra propia forma de pensar. Es lo
que se llama, la neuroplasticidad del cerebro. Así mismo los
científicos que investigan este campo han comprobado que
la
meditación es la principal arma que cada uno de nosotros
poseemos, para alterar esas conexiones neuronales. Para
formar otras que mejoren nuestro bienestar, que nos ayuden a pensar
de una forma más ecuánime.
Aquí puedes ver un documental
sobre la enseñanza de la Vipassana en una cárcel india. Puedes
observar el cambio en la forma de pensar de personas que habían
asesinado. Es increíble. Yo acabé con varias
lagrimillas por la mejilla.
Transcender
el dolor ¿Es posible?
A partir del cuarto día en las meditaciones grupales tienes que
intentar
prácticar el Adhitthana ( determinación).
Esto significa
sentarte la hora entera sin moverte.
En algunas de estas meditaciones notaba cómo mis tobillos iban a
estallar.
Dolores muy intensos en las piernas.
Empecé a observar estos dolores en vez de ser reactivo ante ellos.
Y, ¿sabés que? Al final
esos dolores igual que surgían,
desaparecían. Además descubrí una determinación en mi
actitud que a mi mismo me sorprendió.
Un inciso interesante: El mismo Goenka
padeció de intensas migrañas. Visitó a muchos médicos alrededor
el mundo para buscar un paliativo. Y no lo encontró. Solo fue
después de descubrir la Vipassana cuando sus dolores
desaparecieron.
Una nueva forma de relajarme en cualquier momento.
, de calmar la mente y de poder mantener la
atención. Recuerdo que tuve
algunos periodos dónde me era
imposible concentrarme. Lo comenté con el profesor
asistente y me dijo que volviera a la respiración. Y así fue.
Observar la respiración tiene un poder calmante sin igual. (
Cómo sabes que me gustan las explicaciones científicas, te voy a
explicar porque me ocurrió esto. A nivel cerebral,
la
observación de la respiración disminuye la actividad de la
amígdala(
Estudio), la parte más instintiva de tu cerebro
que hace que seas un reaccionario, que te estreses con las
actividades rutinarias y que al final del día te cueste
mucho sonreir. Te lo dice uno que sigue lidiando con esa amígdala
primitiva.
Beneficios experimentados después de este periodo de Meditación
Vipassana.
A rasgos personales, en estos pocos días podría destacar:
Más paciencia.
Si hay que esperar, se espera. Se aprovecha para respirar. Hace un
par de días tuve que hacer autostop para dirigirme al lugar dónde
me encuentro ahora ( Estoy haciendo housesitting, cuidando de dos
perros). Nadie paraba. En un país como Nueva Zelanda, dónde se
supone que es fácil Pero en ningún momento perdí la
sonrisa. Estuve una hora y media esperando y al final apareció
John, un chaval medio canadiense, medio kiwi muy simpático.
Menos reaccionario.
Más focalizado. He escrito casi cuatro mil palabras en este
artículo sin apenas darme cuenta. En muchas ocasiones el
escribir un artículo me ocasionaba mucho estrés ya que no
encontraba la forma correcta de expresarme, por no encontrar la
estructura o por simplemente tener expectativas acerca de cómo se
podía recibir lo que escribía.
- He conocido a otros meditadores. Personas
con intereses e inquietudes parecidos (intenta rodearte de
esos que te van a hacer crecer). Aquí estoy con Jeremy y
su pareja, el día después del curso en Auckland. Jeremy se sentaba
justo delante mío en el salón de meditación. Yo siempre veía su
espalda. Conectamos en cierta manera. En el décimo día tuvimos una
larga conversación. Era un gran tipo.
- Volví al centro de meditación y estuve diez días
como voluntario. Otra experiencia increíble( ahora conozco
todas esas recetas vegetarianas). Pude observar a esas
personas que realizaban el curso desde una perspectiva diferente.
Además profundice en la práctica. Y ahora mismo voy a
intentar mantener el hábito de meditar dos horas diarias. En otro
artículo, escribiré sobre esta experiencia.
Otras
experiencias.
Cada persona tiene una experiencia muy personal en estos
diez días. Diferentes sensaciones, diferentes estados
mentales. Recuerdo que en ese día 10, la pregunta más
frecuente era, -¿ cómo te ha ido? – ¿Que has experimentado?.
Cada uno tenía su respuesta. Pero había algo en común en todos
nosotros.
Todos los que estuvimos esos diez días allí descubrimos algo
nuevo. Algo muy importante. Algo que podía mejorar nuestras
vidas.
Te dejo el texto que
Carmén, una simpática
valenciana que conocí en el centro y que realizo el curso después
de mí, envío a sus más allegados después de vivir esta
experiencia.
Para Carmen estos 10 diez días fueron
increíbles.
“Aotearoa.
Nueva Zelanda. La tierra de la larga nube blanca.
Cuenta la leyenda que desde el sur de la
isla, desde el mar, se divisa una larga nube blanca, que se extiende
en el cielo, cubriendo las montañas.
Yo he visto esas nubes. Son preciosas,
impresionantes…
También he visto las 4 estaciones del
año ocurrir en un dia, en una hora, en 15 minutos… así es el
clima en Nueva Zelanda.
He visto la impermanencia de la
naturaleza, tan mágica, tan generosa, tan cambiante, tan sabia.
He visto brillar el sol, el cielo azul,
disfrutar del calor, y ahora el cielo tornándose blanco, gris,
negro, de repente la llegar la lluvia, el frio, el viento gélido…y
de nuevo ese claro que aparece en el cielo, un rayo de sol escondido,
y allí está… el arco iris. Y repentinamente, la lluvia. Y vuelta
a empezar.
He visto como el río, que estaba casi
seco y sin sonido, a lo largo de estos 10 dias de retiro vipassana,
gracias a la lluvia paulatinamente se iba llenando, y empezaba a
crecer, a correr, a cobrar vida, sonido, haciendo juegos de
movimientos y luces…los helechos, los árboles, las plantas, las
setas, el camino, el barro, las colocación de las piedras…todo iba
cambiando. Hasta que un dia, el curso del rio vino muy crecido y en
la cascada donde antes sólo había mero murmullo, un chorro de
frescor y sonido celestial purificaba el ambiente y llenaba la
atmósfera de alegría y vida. Imaginar a los peces, las ranas, los
insectos, los pájaros….qué estarían pensando ahora?
Éste fue un lugar perfecto para
experimentar ANICCA (la ley universal de la naturaleza: la
impermanencia), para comprender que nada permanece, que todo cambia,
tarde o temprano, que ésta es la ley de la vida, de la naturaleza, y
hasta que no lo aceptemos y comprendamos, no lograremos ser felices.
Buenos tiempos, malos tiempos… salud,
enfermedad…amor, desamor…alegría, tristeza…riqueza,
pobreza…dolor, placer…vida, muerte…todo tiene un principio y un
fin. Por ello, no debemos apegarnos ni tener aversión ni odio a
nada, ni a nadie, ni a lo bueno ni a lo malo, porque todo, todo
pasará.