En silencio en mi cuarto nada más
que en mis palabras que buscan encontrarse con cualquiera, mientras me pregunto
qué ha pasado en mi vida encontré un sabor parecido al que siempre busque y de
pronto algo dentro mi sublime perdido en mi espacio, en mis recuerdos aferrada
a mí no realidad.
Un par de letras escritas a mano,
un día muy caluroso deseando escribirle a un extraño, nadie puede entrar en tu
cabeza y darte lo que quieres, me pregunto qué pasaría si eso sucediera
cualquiera entendería la soledad de alguien o la necesidad de alguien.
El deseo del cuerpo jamás será
amor, las palabras de pasión jamás serán sentimientos, la vida sin amor tampoco
es placer o amar completamente sin alguien a tu lado, de pronto acepto la
soledad como un designio no como un castigo, mientras espero que suceda una de
dos cosas casarme o alejarme.
Mientras el tiempo pasa los días
son más reales que otros, al verme envejecer sin nadie a mi lado me pregunto si
es pasajero pero así han pasado mis últimos 15 años de vida entre la soledad y
la amarga compañía de alguien que nunca supe si me amo.
Me encuentro atrapada de mi continuo
de alguna manera como los que ya no leen, ni recuerdan su historia.